[Esta crítica contiene spoilers]
Argumento: “Relata cómo en Egipto, hace miles de años, el faraón Seti ordena el ahogamiento de todos los bebés judíos. Una madre desesperada coloca a su bebé en una cesta río abajo y deja que Dios la guíe hasta la orilla en donde será hallada por la reina y el bebé. Desde entonces Moisés es criado como hermano del heredero al trono, Ramsés. Años después los hermanos se distanciarán por el descubrimiento de los orígenes hebreos de Moisés, en quien se va creando y forjando una conciencia crítica con respecto al poder tanto en el ámbito político como en el religioso (en un sentido amplio), en este caso, representado además por su propia familia. El descubrimiento de sus orígenes, la envidia y las luchas entre los hijos del faraón, el viaje a las tierras del Kush, en que entra en contacto directo con la violencia que emplean los poderosos con el pueblo y la amistad con un esclavo le hacen reconsiderar sus prioridades, desechando el poder que tenía como príncipe de Egipto para cumplir con la misión que le fue encomendada al dirigir la salida de los esclavos hebreos de Egipto”. EcuRed.
La historia del estudio de DreamWorks es extraña pero comprensible: Comenzó con muy buen pie, pareciendo que sería un estudio que prometía mucho y que nos regalarían grandes obras en la animación. Pero el estudio no ha ido más que en decadencia. Lo único bueno que han sacado en los últimos años ha sido Cómo entrenar a tu dragón, trilogía de la que además la última película me pareció en comparación bastante floja con las anteriores. Definitivamente, su época dorada fue la primera, con antz, shrek, la ruta hacia el dorado (a pesar de no haber recibido el amor que merecía), y, cómo no, el príncipe de Egipto.
Por una parte, he de confesar que yo soy especialmente fan de las historias bíblicas. Me he leído muchas partes de la biblia. No soy cristiana, pero pienso que la historia es uno de los mejores seinen de toda la historia. La mayoría de lo relatado en el antiguo testamento parece haber sido escrito para hacer adaptaciones épicas a la gran pantalla. La historia de Moisés es una de las más épicas de todas. La relación entre ambos hermanos, las plagas, el mar rojo abriéndose… Todo parece estar preparado para crear una gran película. El príncipe de Egipto rebosa epiquisimo y belleza. La historia está muy bien adaptada. Mantiene aquel toque seinen, también ese toque religioso, mostrando una faceta de dios muy correcta a la del antiguo testamento, convirtiéndolo en un guión todavía más cinematográfico si era posible.
Si hay algo que mejoraron enormemente, fue la relación entre los personajes y la humanidad de cada uno de ellos. Por ejemplo, en los 10 mandamientos, Moisés es un completo héroe que derrota a los malos con su fe. Pero aquí he visto más dudas en Moisés. Creo que una de mis escenas favoritas de la película es esa en la que Moisés rompe a llorar al ver todo el dolor que ha tenido que sufrir Ramsés con las plagas y con la muerte de su hijo. También he notado mucha humanidad en Ramsés. Otra escena que amo es en la que Moisés siente necesidad de huir al haber asesinado a alguien y Ramsés no para de decirle que no pasa nada, que encontrará una manera de solucionarlo, que no quiere que se marche de su lado. Hablando de los otros personajes, también estuvieron muy bien los dos lacayos del faraón, la introducción de Séfora, o la fuerte voluntad de Miriam por volver junto a su hermano.
La epicidad de el príncipe de Egipto no es solo logro del relato y la adaptación. La música juega un papel muy importante en la película, desde las canciones hasta la banda sonora. Es una de las más poderosas en películas de animación, junto con la de El jorobado de notre dame, Mulán y El rey león. Después de todo, la música es de Hans Zimmer, el compositor de películas como Inception, los piratas del caribe, y la ruta hacia el dorado. Podría decir que me da rabia que ganara el óscar a mejor canción “si tienes fe” en vez de “libéranos”, pero creo que todas las canciones hubieran sido dignas de ganar el óscar.
La animación me parece bastante adecuada a la época. El punto fuerte de los visuales de la película es la fotografía en sí, no la animación (aunque realmente se lucieron para animar la arena). Es muy bueno el uso del color en escenas como el número musical de los lacayos del faraón o la canción de la mirada celestial, o en la escena en la que Moisés se encuentra con la zarza ardiendo. También el montaje está muy bien estructurado, como en la escena de las plagas o la carrera que tienen Moisés y Ramsés al comienzo de la película.
El príncipe de Egipto es una película amada tanto por creyentes como por los que no lo son, gracias a su maestría a la hora de narrar la historia, la crueldad de la situación, la humanidad de los personajes y la epicidad de las escenas. Ojalá DreamWorks volviera a hacer obras maestras como esta.
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